Cada adulto tiene un estilo único de expresión artística. Sin embargo, todos los niños pequeños, en general, hacen los mismos garabatos. En todas las culturas, los niños pequeños pasan por etapas predecibles de hacer garabatos – desde una marca sencilla hasta un círculo con líneas salientes (también conocido como ¡un retrato de ti!).
A continuación, daremos una mirada a estas etapas universales de hacer garabatos entre el año y medio y los 3 años. Es importante resaltar que mientras la mayoría de los niños pasan por todas estas etapas, hay bastante variabilidad cuando se trata de cuándo y cómo lo hacen. Puede que algunos salten rápidamente de una etapa a la otra, mientras que los otros se queden en una por un rato. Es más, con frecuencia una etapa superpone la otra. Lo importante es que tu pequeño esté haciendo garabatos hacia el año y medio
Las etapas de hacer garabatos
Garabatos descontrolados
Una vez que el niño pequeño descubre que el presionar una herramienta de dibujo sobre una superficie produce una marca, entra en la fase de hacer garabatos al azar. Durante esta etapa, hacer garabatos no se trata tanto sobre qué está dibujando y sino sobre la experiencia sensorial: El notar cómo diferentes herramientas de dibujo y materiales se sienten y huelen, y aprender que necesita presionar ciertas herramientas (como las crayolas) con más fuerza, para hacer una marca. En este punto está usando grandes movimientos del brazo para hacer puntos y otros grandes movimientos, y hasta puede que se salirse del papel.
Garabatos controlados
A medida que sus habilidades de motricidad fina y su coordinación mano- ojo van mejorando, el hacer garabatos se vuelve más controlado y con propósito. Puedes ayudarle a aprender a hacer diferentes tipos de líneas pequeñas, incluyendo líneas horizontales, verticales y curvas. Seguramente hará el mismo tipo de marca una y otra vez a medida que va practicando líneas diferentes.
Garabatos con nombre
Las crecientes habilidades cognitivas conllevan a la siguiente etapa: Entender que dibujar puede simbolizar otra cosa. A pesar de que el planear que se va a dibujar con antelación sucede después, en esta etapa tu pequeño les pondrá nombres a sus dibujos. Es posible que llene un papel con figuras y líneas y después lo nombre el gato de la familia. Probablemente no lo veas como un gato, pero igual felicítalo; éste es un gran paso en el desarrollo cognitivo y del lenguaje de tu niño.
Durante esta etapa los garabatos de tu niño son más controlados, y sus líneas y formas son más variadas, más pequeñas y definidas. Es posible que también experimente con dibujar historias y letras.
¿Qué sigue después?
Alrededor de los 3 años, surgen las figuras de palitos. Las primeras figuras de palitos de tu pequeño probablemente serán círculos con líneas salientes (una vez más, en todas las culturas los niños tienden a dibujar las figuras de palitos de manera similar). Desde ese entonces, sus dibujos van a empezar a evolucionar y a ser más planeados, definidos, reconocibles y creativos.
¿Qué puedes hacer?
Puesto que dibujar es bastante importante para todas las áreas de desarrollo, lo que más puedes hacer para fomentarlo es crear muchas oportunidades para que tu pequeño lo haga (nuestro programa BabySparks incluye varias ideas para apoyar la evolución del dibujo). Ofrécele una variedad de herramientas y materiales (crayolas, lápices de colores, marcadores, pinceles, pinturas para pintar con los dedos, etc.) para que experimente con estos. Si te estremece pensar en pinturas para pintar con los dedos, ¡recuerda que el juego desorganizado es excelente para el desarrollo sensorial!
Por último, los expertos resaltan la importancia del rol de la interacción del adulto frente a dibujar, y enfatizan el seguir al niño cuando esté hablando de sus obras de arte. Por ejemplo, en vez de decir, “Oh, ¿eso es una casa?” Intenta: Veo que dibujaste algo acá (señalándolo). ¿Qué es?
Además, puedes fomentar una mentalidad de crecimiento felicitando los esfuerzos de tu niño más no el resultado final. Así que en vez de decir: “Wow, ¡eso está hermoso! Intenta: “Wow, ¡Veo que usaste muchos colores!” O en vez de decir, “¡Bien hecho! ¡Eres el artista de mamá! Intenta: “Te esforzaste haciendo esto. ¡Me encanta verte pintar!”
Ahora, ve con tu niño, toma papel, crayolas, y ¡a garabatear!